lunes, 1 de febrero de 2010

Algunas cuestiones sobre el análisis financiero (I)

El objeto de la contabilidad financiera, al contrario que la contabilidad interna, consiste en suministrar información de la compañía al exterior; bancos, accionistas, Estado, posibles compradores, mercado… Desde esta perspectiva, es fundamental el estudio de la misma conforme a unos criterios adecuados y universales; es decir, si bien, la contabilidad financiera a través de la aplicación de los principios contables tiende a unos estados objetivos solamente mediante la comparación consigo misma, con sus datos presentes y pasados y con el entorno podremos obtener una percepción real de su estado.
Un registro contable coherente permite que los estados financieros de una compañía detallen, como si de una radiografía se tratase, la situación de la compañía y las operaciones que ha realizado durante un ejercicio económico. En concreto, los estados financieros se componen de un balance, una cuenta de resultados, un estado que muestre todos los cambios habidos en el patrimonio neto (o bien los cambios en el patrimonio neto distintos de los procedentes de las operaciones de aportación y reembolso de capital, así como de la distribución de dividendos a los propietarios); un estado de flujos de efectivo, detalle de las políticas contables utilizadas y demás notas explicativas o memoria. En este documento estudiaremos cada uno de ellos.
Sin embargo, si bien muestran información objetiva como pudiera ser la inversión realizada, las existencias en el almacén, las ventas o los gastos de personal, necesitan de una interpretación que permita al analista evaluar el momento real de la organización.
Imaginemos una empresa que tiene unos gastos de personal de un millón de euros. Este hecho objetivo: ¿es bueno?, ¿malo?, ¿de qué depende?
2008 ©Alfonso Pulido Velasco

No hay comentarios:

Publicar un comentario