La contabilidad financiera registra las operaciones de la empresa con el objetivo de poder determinar si la compañía ha tenido beneficio o pérdida en un periodo, cuál es su situación patrimonial, cuál es su caja y poder informar de ello a los propietarios, acreedores o futuros inversores. Para que todas las empresas construyan sus cuentas anuales de la misma forma y el resultado del ejercicio pueda ser calibrado de igual manera por todas las empresas a la hora de contabilizar se siguen los principios contables. Esto es la esencia de la contabilidad, el por qué y el para qué.
Por lo tanto, a la hora de estudiar este lenguaje, sin duda, encontraremos dos enfoques basados en la forma en la que un individuo se quiera desarrollar en la empresa; si quiere dedicarse a registrar las operaciones como contable y construir las cuentas anuales de una sociedad pública o privada o ser el garante de la imagen fiel de los libros contables debe ser muy sólido en el concepto bottom-up, es decir, de los cimientos al tejado del edificio, del registro contable a las cuentas anuales. Por otro lado, si el rol que quiere desempeñar es como gestor de una compañía o un negocios no sólo debe dominar (o al menos conocer el concepto bottom-up) sino que ha de saber deconstruir cualquier cuenta anual (top-down), y en este punto no me refiero al concepto de "forense contable "sino a algo más profundo y dinámico, entender para construir, saber cómo se hace para rehacer es el proceso que podemos denominar contabilidad deconstruida(*)... "from the cradle to the grave" ;-)
(*)"Contabilidad deconstruida" copyright Alfonso Pulido
2012 ©Alfonso Pulido Velasco
viernes, 5 de octubre de 2012
martes, 17 de julio de 2012
El IVA y el principio del devengo
El IVA, impuesto sobre el valor añadido, o VAT en muchos países, es el mejor ejemplo para entender el principio del devengo y los problemas derivados del mismo.
Caso práctico:
La sociedad 2+2, S.L. compra un vehículo por 100.000€ a pagar en 60 días y lo vende a cobrar en 30 días por 120.000€.
Todo va bien, los proveedores nos financian y con la venta podremos pagarlos, es decir, COBRO de mi cliente y le PAGO a mi proveedor lo que le debo. Debo, no obstante liquidar el IVA, un 21%, es decir, 25.200€, o sea, mi cliente debe pagar 145.200€ de los cuales 120.000€ son para mi y 25.200€ son para la Hacienda Pública.
Si los plazos son los acordados no hay problema, con lo que obtenga liquido proveedores e impuestos y mi beneficio 20.000€ queda para mi... pero ¿qué ocurre si mi cliente no me paga a tiempo?
a- Tengo una deuda con mi proveedor: si no le pago a tiempo puede demandarme o no servirme más vehículos --->; mi negocio se hunde.
b- Más grave (y absurdo): Tengo que pagar un impuesto de 25.200€, que AÚN NO HE COBRADO, a la Hacienda Pública que pude bloquear mis cuentas hasta cobrar por una transacción finalizada pero NO COBRADA --->; mi negocio se hunde también.
¿Consecuencia? un impuesto, en el que una empresa actúa de intermediario o recaudador y no como beneficiario aumenta el riesgo en los casos de impago de forma notable... y todo ello debido al principio del devengo.
¿Es importante o no el principio del devengo?
2012 ©Alfonso Pulido Velasco
Caso práctico:
La sociedad 2+2, S.L. compra un vehículo por 100.000€ a pagar en 60 días y lo vende a cobrar en 30 días por 120.000€.
Todo va bien, los proveedores nos financian y con la venta podremos pagarlos, es decir, COBRO de mi cliente y le PAGO a mi proveedor lo que le debo. Debo, no obstante liquidar el IVA, un 21%, es decir, 25.200€, o sea, mi cliente debe pagar 145.200€ de los cuales 120.000€ son para mi y 25.200€ son para la Hacienda Pública.
Si los plazos son los acordados no hay problema, con lo que obtenga liquido proveedores e impuestos y mi beneficio 20.000€ queda para mi... pero ¿qué ocurre si mi cliente no me paga a tiempo?
a- Tengo una deuda con mi proveedor: si no le pago a tiempo puede demandarme o no servirme más vehículos --->; mi negocio se hunde.
b- Más grave (y absurdo): Tengo que pagar un impuesto de 25.200€, que AÚN NO HE COBRADO, a la Hacienda Pública que pude bloquear mis cuentas hasta cobrar por una transacción finalizada pero NO COBRADA --->; mi negocio se hunde también.
¿Consecuencia? un impuesto, en el que una empresa actúa de intermediario o recaudador y no como beneficiario aumenta el riesgo en los casos de impago de forma notable... y todo ello debido al principio del devengo.
¿Es importante o no el principio del devengo?
2012 ©Alfonso Pulido Velasco
domingo, 22 de abril de 2012
Activos y pasivos por impuesto corriente
Los activos y pasivos por impuesto corriente surgen como la cantidad que satisface la empresa como consecuencia de las liquidaciones fiscales del impuesto o impuestos sobre el beneficio relativas a un ejercicio, siendo pasivo en la medida en que esté pendiente de pago o un activo si la cantidad ya pagada, correspondiente al ejercicio presente y a los anteriores, excediese del impuesto corriente.
Por el contrario, los activos y pasivos por impuesto diferido se explican en base al concepto de diferencia temporaria. Según el PGC07 una diferencia temporaria, es aquella derivada de la diferente valoración, contable y fiscal, atribuida a los activos, pasivos y determinados instrumentos de patrimonio propio de la empresa, en la medida en que tengan incidencia en la carga fiscal futura. Las diferencias temporarias se pueden clasificar en imponibles; que serán aquellas que darán lugar a mayores cantidades a pagar o menores cantidades a devolver por impuestos en ejercicios futuros y deducibles; las que darán lugar a menores cantidades a pagar o mayores cantidades a devolver por impuestos en ejercicios futuros. De esta forma, el pasivo por impuesto diferido se reconocerá por todas las diferencias temporarias imponibles y el activo por impuesto diferido estará estrechamente ligado a las diferencias temporarias deducibles y siempre de acuerdo con el principio de prudencia.
©Alfonso Pulido Velasco 2012
domingo, 26 de febrero de 2012
El principio del devengo (II)
Por si no estaba claro...
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Una empresa puede tener gastos sin pagar.
Una empresa puede tener ingresos sin cobrar.
Si el resultado del ejercicio viene determinado por la ecuación Ingresos-Gastos y si los Ingresos son mayores que los Gastos tendremos Beneficio y si los Ingresos son menores que los gastos Gastos tendremos Pérdidas podemos determinar que independientemente de haber cobrado podemos dar beneficios e independientemente de haber pagado podemos dar pérdidas.
Si estamos analizando una compañía siempre debemos tener en cuenta este principio a la hora de verificar la calidad del resultado. Para ello, es esencial revisar la cuenta de resultados con otra cuenta, el Estado de flujos de Efectivo sin ella, es difícil determinar si la compañía está generando un flujo de caja adecuado a los beneficios o pérdidas que dice tener.
©Alfonso Pulido Velasco 2012
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Una empresa puede tener gastos sin pagar.
Una empresa puede tener ingresos sin cobrar.
Si el resultado del ejercicio viene determinado por la ecuación Ingresos-Gastos y si los Ingresos son mayores que los Gastos tendremos Beneficio y si los Ingresos son menores que los gastos Gastos tendremos Pérdidas podemos determinar que independientemente de haber cobrado podemos dar beneficios e independientemente de haber pagado podemos dar pérdidas.
Si estamos analizando una compañía siempre debemos tener en cuenta este principio a la hora de verificar la calidad del resultado. Para ello, es esencial revisar la cuenta de resultados con otra cuenta, el Estado de flujos de Efectivo sin ella, es difícil determinar si la compañía está generando un flujo de caja adecuado a los beneficios o pérdidas que dice tener.
©Alfonso Pulido Velasco 2012
sábado, 11 de febrero de 2012
Principio del devengo
Lo que hace que la mecánica contable no sea tan obvia es la problemática derivada de la aplicación del principio del devengo.
Este principio, uno de los pilares de la contabilidad contemporánea y dice, en el PGC español, que:
"Los efectos de las transacciones o hechos económicos se registrarán cuando ocurran, imputándose al ejercicio al que las cuentas anuales se refieran, los gastos y los ingresos que afecten al mismo, con independencia de la fecha de su pago o de su cobro."
En resumen, que los ingresos se producen independientemente de que se cobren y los gastos se producen independientemente de que se paguen. Así, una compañía puede dar miles de euros de beneficio y tener la caja vacía completamente pues es posible que no los haya cobrado. Esto puede dar lugar a situaciones paradójicas, pues una compañía que da beneficios tiene que pagar impuestos y si aun no ha cobrado de sus clientes ¿de dónde puede sacar el dinero para pagar al estado? Ocurre otro tanto con impuestos como el IVA, del que las empresas tienen que dar cuenta en muchas ocasiones aunque el cliente aún no haya abonado su deuda.
Pero dejando al margen esta casuística, el principio del devengo es lo que da el verdadero aspecto a la contabilidad actual que de otra forma estaría basada en un criterio de caja y no sería tan... romántica (aunque tal vez más clara).
2012 ©Alfonso Pulido Velasco
Este principio, uno de los pilares de la contabilidad contemporánea y dice, en el PGC español, que:
"Los efectos de las transacciones o hechos económicos se registrarán cuando ocurran, imputándose al ejercicio al que las cuentas anuales se refieran, los gastos y los ingresos que afecten al mismo, con independencia de la fecha de su pago o de su cobro."
En resumen, que los ingresos se producen independientemente de que se cobren y los gastos se producen independientemente de que se paguen. Así, una compañía puede dar miles de euros de beneficio y tener la caja vacía completamente pues es posible que no los haya cobrado. Esto puede dar lugar a situaciones paradójicas, pues una compañía que da beneficios tiene que pagar impuestos y si aun no ha cobrado de sus clientes ¿de dónde puede sacar el dinero para pagar al estado? Ocurre otro tanto con impuestos como el IVA, del que las empresas tienen que dar cuenta en muchas ocasiones aunque el cliente aún no haya abonado su deuda.
Pero dejando al margen esta casuística, el principio del devengo es lo que da el verdadero aspecto a la contabilidad actual que de otra forma estaría basada en un criterio de caja y no sería tan... romántica (aunque tal vez más clara).
2012 ©Alfonso Pulido Velasco
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